febrero 19, 2015

Afganistán y el milagro del cricket (parte 1)



Nota: Al principio pensé que esta nota deportiva debía comenzar con una disculpa a los lectores asiduos de este blog por seguirlo inundando de notas deportivas, pero luego recordé que este blog no tiene aun asiduos lectores y que por ser mío puedo publicar lo que me viene en gana, y se me pasó.

Hace unas horas, en Canberra, capital  de Australia, hizo su histórico debut en la Copa Mundial de Cricket la selección nacional de Afganistán frente a un rival de peso como lo es el equipo de Bangladesh, quienes fueron los primeros en tomar turno al bate y descargaron sus cañones para asestarles a los afganos 267 carreras completando los 50 overs con todos sus bateadores out. En un torneo donde ha sido recurrente el alcanzar las trescientas carreras, parecía factible que los bengalíes salieran derrotados, sin embargo la representación afgana falló y solo pudo anotar 162 carreras siendo todos sus bateadores retirados a los 42.5 overs. En pocas palabras, la derrota afgana fue fácil, para aquellos que no entienden nada de cricket. (1) 


Todo ello parecería una noticia exótica solamente, llenas con términos que no se entienden aunque suenen familiares (carreras, outs, innings). Sin embargo, lo ocurrido hace unas horas apenas marcó historia, no solo en su país sino en el deporte en general. Ningún otro pueblo había crecido tanto y en tan poco tiempo en un deporte como lo ha hecho Afganistán en el cricket. Pero eso no es lo más asombroso de todo, lo insólito es que todo aquello se ha logrado en un país que lleva casi veinte años en guerra y con una sociedad con más de cincuenta años de atraso desde la llegada del régimen talibán. 

162 carreras no fueron suficientes


Una prueba más del impacto positivo que puede tener un deporte en la sociedad. En este trabajo le echaremos una mirada a lo que ha sido la evolución de este deporte en dicho país, los obstáculos superados y los retos por venir. 

Resumen del juego Bangladesh-Afganistán


Un poco de historia


Cuando tomamos un mapamundi vemos a Afganistán anclado entre naciones ex soviéticas y el subcontinente indio. Sus vecinos del sur son Pakistán, más abajo India, también Nepal y un poco más allá Bangladesh y Sri Lanka. Todos esos países antes mencionados tienen una sola pasión: el cricket. Pese a ello, Afganistán se mantuvo abstraído de dicha fiebre y hace veinte años, 1995, el juego era inexistente en dicha geografía, de hecho estaba prohibido por los talibanes, sin embargo cinco años después, estando dicha secta aun en el poder, se levantó la prohibición y el deporte comenzó a practicarse libremente. Todo cambio en un abrir y cerrar de ojos. 

El cricket se juega en  Afganistán libremente


Pero la primera vez que un juego de cricket tuvo lugar en suelo afgano ocurrió en 1839 cuando soldados del ejército británico jugaron una partida. Eran tiempos de las guerras anglo-afganas, la misma serie de conflictos que convirtió todo el subcontinente indio en colonias británicas y herederas del amor por el cricket. Pero como Afganistán derrotó a Inglaterra y nunca formó parte de los dominios del Imperio Británico, el cricket desapareció de su suelo hasta finales de la década de los setenta del siglo siguiente. (2)

Eran tiempos de la invasión soviética y muchos afganos huían y se establecían en Pakistán. Allí conocieron el cricket, lo aprendieron y descubrieron que eran buenos en él. Finalmente, en 1995 se forma la Federación Afgana de Cricket en suelo pakistaní, todo aquello fue sanamente vitalizado por el fervor y entusiasmo que desencadenó en ese país la conquista de la Copa Mundial de 1992. (3)

Pero todo  aquello no fue fácil. El arquitecto de dicho equipo fue el señor Taj Malook quien recuerda que los padres de muchos de los jóvenes que intentó reclutar para el equipo no veían con buenos ojos la iniciativa, pues sus hijos debían trabajar y producir dinero para sobrevivir, después de todo vivían en campos de refugios.

1995 coincidió también con el ascenso de los talibanes y la prohibición de la práctica de deportes al aire libre. Sin embargo la modestas y recatadas indumentarias usadas en el cricket, mas el hecho de que a muchos talibanes les gustaba el juego favoreció la excepción a la prohibición. 

Aun en guerra, el cricket ha florecido como ningun otro deporte en ningun otro país

Cuando los talibanes cayeron a principios de la década pasada y contrario a lo que se podía suponer el cricket en Afganistán parecía destinado al retroceso. Cuando Malook intentó pedir ayuda para el desarrollo del juego en el país el nuevo gobierno le respondió que no auspiciarían el crecimiento de un deporte extranjero. Entonces la mano privada salió en auxilio.

Gracias a ello el deporte se ha mantenido en crecimiento constante, aun más desde que International Cricket Council (la FIFA del cricket), contribuye directamente con la Federación Afgana.

Todos conocemos la forma en que las mujeres han sido y son subyugadas en el mundo musulmán y más aun en Afganistán, donde el régimen talibán las tenía como un ser inferior. El cricket ha sido tan positivo en este país de que es el principal deporte jugado por las féminas afganas y hay programas escolares que ya desde niñas las motivan a la práctica del mismo. 

Hasta las niñas juegan al cricket, es primera vez que a las muchachas afganas se les permite practicar un deporte

El entorno afgano


El crecimiento del cricket en Afganistán solo puede ser descrito con una palabra: vertiginoso. Para nadie es un secreto de que el cricket como el béisbol, su pariente cercano, es uno de los deportes más caros, algo de que el mismo Consejo Internacional de Cricket sabe,  por eso sorprende que el país de más rápido desarrollo en él, no solo en la actualidad sino en la historia, sea el segundo país más pobre del mundo, donde el 46% de su población vive en la pobreza extrema según la ONU y es el peor lugar del mundo para nacer. (4)


Un niño afgano con los costosos implementos usados en el cricket

Afganistán tiene un índice de cumplimiento del derecho del niño de 4.6 sobre 10, la peor calificación del mundo. Allí la esperanza de vida no llega a los cincuenta años y la mortalidad infantil en niños de menos de cinco años es de 98%, ambos topes en el mundo. Más de la mitad de los niños de Afganistán no van a la escuela y los que van lo hacen poniendo en riesgo sus vidas, pues viven en el país con la mayor cantidad de ataques terroristas a escuelas. Solo el 28% de los adultos saben leer y escribir y el 20% de los niños debe trabajar para contribuir al gasto familiar y la mayoría lo hace pidiendo dinero en las calles. También son víctimas de la violencia, solo en 2009, 250 niños afganos murieron como consecuencia de ataques terrorista y anualmente se reportan 1500 casos de abuso sexual en niños, pero la ONU está claro en que el grueso de las víctimas no reportan los abusos. Hasta 2011 los niños eran reclutados para formar parte de la policía y durante el régimen talibán niños de seis años eran usados como kamikazes. (4)

Lo que antes era una nacion donde soñar no estaba permitido, el cricket le ha cambiado la vida a muchos, especialmente niños

La invasión norteamericana que comenzó en 2001 aun se mantiene, la guerra no se ha detenido y lejos de terminar, esta se recrudece más. El año pasado fue el más negro de todos: 10548 civiles murieron, un aumento del 25% respecto al año anterior. Entre los infantes el aumento fue de 40%, al morir 711 inocentes. (5)

En ese entorno, el que probablemente sea el peor país del mundo crece a pasos agigantados en el deporte en el que justamente es más difícil crecer. 
En veinte años se ha logrado un crecimiento tal que hay 500 equipos de cricket en el país, con 81 campos habilitados, 54 con grama y eso le ha valido la condición de miembro asociado del ICC, quiere decir que las condiciones del cricket en este país son mayores a la de países con mejor desarrollo económico como Austria, Brasil, Chile, China, Finlandia, México, Noruega, Perú, Portugal, Rusia, Corea del Sur, España y Suecia. 

Los niños afganos antes mendigaban o huian de misiles, ahora juegan y sueñan con el cricket

Además de eso, cientos de niños en escuelas y campos de refugiados tienen la oportunidad de distraerse con el cricket, incluso niñas. Y de esos mismos campos de refugiados han salido estrellas que hoy forman el equipo nacional.

Ascenso a velocidad de misil


Cuando decimos que el cricket es el deporte donde más difícil es crecer lo decimos en relación a la forma en que se maneja en el mundo. En todas las federaciones deportivas internacionales, léase Fifa, Fiba o Ibaf, todas las federaciones nacionales son iguales ante ellas, en la ICC (Consejo Internacional de Cricket, por sus siglas en inglés), esto no ocurre así, en dicha organización hay tres clases de membresía: plena, asociada y afiliada.

La membresía plena lo tienen solo diez países, que son aquellos donde el cricket es deporte nacional, con una infraestructura e impacto social de primera y por supuesto las diez potencias mundiales de dicho deporte. Esos diez son: Inglaterra, Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Indias Occidentales (colonias británicas del caribe), India, Pakistán, Sri Lanka, Zimbabwue y Bangladesh. Dichos países pueden jugar cualquier nivel de competición y tienen garantizada su participación en todos los campeonatos mundiales así como los diez primeros lugares en el ranking mundial. Son la crema y nata del cricket, un mundo aparte. 

Se puede jugar a un deporte "extranjero" sin perder y/o ofender la herencia de la familia y los antepasados

Los de membresía afiliada son lo contrario: son países donde el cricket es un deporte poco practicado, desconocido pero que se juega. En el medio de ambos están los asociados, y entre ellos está Afganistán, que rankea en el puesto once del ranking mundial, es decir, en el mundo del cricket sin incluir las potencias históricas, Afganistán es el mejor del mundo. Y todo en menos de quince años de trabajo.

En 2003 compitieron en un torneo en Pakistán donde ganaron el primer compromiso de su historia. Al año siguiente empezaron a competir en los torneos regionales y en 2006 obtuvieron sus primeros resultados relevantes cuando quedaron segundos en la Copa de Cricket del Medio Oriente cayendo ante Bahréin, luego se fueron de  gira por Inglaterra enfrentando equipos profesionales y ganaron seis de siete encuentros y finalmente quedaron terceros en la Copa Asiática venciendo a Nepal. (2)

 En 2007 y apenas cuatro años después de su debut internacional, Afganistán ganó la Copa Asiática en la modalidad twenty20 (a 20 overs) compartiendo el título con Omán. (2)

Con una juventud obsesionada por el deporte, parece que el Cricket Afgano tiene el futuro asegurado

En 2008 Afganistán ganó el grupo 5 de la Liga Mundial (división más baja de la liga) en Jersey y más tarde en Tanzania ganaría el grupo 4. En 2008 ganó el grupo 8 en torneo realizado en Argentina, lo que valió el pase al clasificatorio al mundial de 2011. (2)

En 2009 los Emiratos Árabes Unidos cedieron un campo de cricket a Afganistán por lo que a partir de entonces la Federación Afgana puede invitar selecciones a jugar en campo propio. Por razones de seguridad, a Afganistán no se le permite jugar encuentros internacionales en su propio país. (2)

En 2010 recibe el estatus de ODI, queriendo decir que a partir de entonces y por los siguientes cuatro años Afganistán puede jugar la modalidad ODI a 50 over, la modalidad en que se juega el mundial. En 2013 se convirtió en miembro asociado.  (2)

En 2013 Afganistán logró su histórica clasificación al mundial de 2015 tras vencer a Kenia y conseguir el segundo lugar en el clasificatorio. Aparte de Bangladesh, conforma el grupo A junto a Nueva Zelanda, Australia, Inglaterra, Sri Lanka y Escocia. 

Momento en que Afganistán consigue su pase al mundial: 


Para asegurar el futuro se ha construido una Academia Nacional en Kabul, capital de Afganistán. Los pasos que ha dado este país en tan complicado deporte han sido de tal magnitud y calidad que en poco tiempo ya suena su nombre como futuro miembro pleno de la ICC.

Afganos celebrando el pase al Mundial


Karim Saquid
Aquellos que comenzaron un sueño en 1995 hoy pueden sentirse orgullosos de lo logrado, de haberse arriesgado contra todo pronóstico a llevar a las últimas consecuencias la pasión y sus ideales. De hecho, Karim Saquid, el abridor del line up afgano y que era un niño refugiado en Pakistán en 1995 ha dicho sobre los éxitos de su país:


Estoy orgulloso, tan orgulloso que el cricket le haya traído tanta felicidad a nuestro país (…) Estoy feliz de haber levantado nuestra bandera nacional en diferentes partes del mundo y hemos mostrado una imagen positiva al mundo, le hemos enseñado que Afganistán no es solo un país de guerras y drogas sino también de amor y de deportes.”  (3)


De Campo de Refugiados a Estrella del Cricket

Mohammad Nabi
Uno de los beneficios que el cricket puede aportar a la sociedad afgana es que cambia vidas para bien. El caso de Mohammad Nabi puede repetirse a escala y ser de mucho bien en “el peor lugar para nacer”.

Nabi, de 30 años, no solo es el capitán de la selección nacional sino que también es el mejor jugador en la historia de Afganistán. Es un jugador “All-Rounder” o “completo”, que es bueno tanto con el bate como lanzando la pelota al punto de que es primero en la historia de su selección en carreras producidas con 1113 y en “sixes” (jonrones) con 44 y en el departamento del bowling (pitcheo), es segundo en wickets (outs, ponches) con 43, primero en innings lanzados con 45 en 46 encuentros (líder también), teniendo el mejor promedio de economía (efectividad) para bowlers con al menos 25 innings. (6)

Mohammad nació en 1986 en un campo de refugiados en Pakistán. Aprendió el cricket en las calles pakistaníes y jugaba con implementos improvisados: palos como bates y pelotas de tenis enrolladas con teipe como pelotas de cricket. Debido a las circunstancias de su infancia y del lugar que le rodeaba, ser un jugador de cricket era un sueño que pensó nunca cumplir. Además su familia se oponía.

Pero el perseveró y el crecimiento del cricket en Afganistán le permitió visitar su propio país por primera vez después de la caída de los talibanes. Sin embargo aquella primera visita a la tierra de sus padres no fue agradable, según él: 

Cuando visité Afganistán por primera vez, fue traumatizante. Era doloroso ver paredes inundadas con huellas de balas, un completo desastre me miraba a la cara”. (7)

El había ido a participar en un torneo, pero la experiencia fue tal que no tomó parte en el y se regresó a Pakistán. Sin embargo, un talento como el suyo no se podía ignorar y con el tiempo pudo hacerse un lugar en el equipo nacional, al punto de que hoy es su capitán y el rostro del cricket afgano ante el mundo.

¿Cuántos niños no podrán salir del infierno gracias a un bate y una pelota? ¿Tal vez él?



Quizás en Afganistán comiencen a multiplicarse.

Gracias por todo.


Fuentes consultadas:



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